martes, 28 de junio de 2011

LA TORRE DE LOS LUJANES, EN LA PLAZA DE LA VILLA DE MADRID.

Escudo Armas de Los Lujanes
La Torre de “Los Lujanes”, y la casa que aparece adosada a ella, se encuentran en la Plaza de la Villa número 2 de Madrid, haciendo semiesquina con la original y recoleta calle del Codo, en el Distrito de Centro, 28005. En dicho edificio curioso se encuentra la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Se puede consultar más datos en http://www.racmyp.es/ y su teléfono es el 915 481 330.

ALGO DE SU HISTORIA:

Hay que tener presente que es más antigua la torre que la casa, ya que aquella se construyó en el siglo XV y esta siglos más tarde. Su nombre es debido a que era la residencia de la familia Luján hasta el siglo XVIII, una de las más influyentes de la Edad Media madrileña.

Cuentan que llegó a ser prisión del rey Francisco I de Francia, cuando fue hecho prisionero en la Batalla de Pavía, en 1520. Años más tarde, mediando el reinado de Fernando VII, la casa albergó el Telégrafo Óptico de Madrid, y a partir de la mitad del siglo XIX fue sede de la Sociedad Económica Matritense de Amigos del País y de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, que es quién ocupa hoy día dicho edificio singular. Entre tanto, en 1910, se había trasladado la Hemeroteca Municipal, si bien en 1983 volvió a su ubicación original esta dependencia municipal madrileña.

La Torre de “Los Lujanes”, y la casa adosada a ella, están consideradas como el edificio más antiguo de la ciudad de Madrid. Su potada gótica, los escudos familiares y la puerta con el arco en estilo mudéjar, único en Madrid, que se encuentra en uno de sus laterales, en la calle Del Codo, dan fe de ello. Consideran los expertos que es una de las pocas construcciones que aún perviven en pie del Madrid anterior al siglo XVI.

CARACTERÍSTICAS:

En su conjunto consta de un caserón señorial y una robusta torre alambronada rematada por una torreta con cubierta a cuatro aguas. La casa, de planta irregular y con un patio central, fue ordenada construir por Álvaro de Luján en 1494, y en ella, como se ha dicho, residió la familia Luján hasta bien entrado el siglo XVIII.
Espada de Hernando de Alarcón

Esta torre fue una de las que se construyeron en la Edad Media para defender la villa de Madrid de un posible retorno de los musulmanes, siendo una de las torres de los linajes más distinguidos de la población.
Rey Francisco I

Cuando sus propietarios, la familia de Los Luján, perdieron su prepotencia, y fue disminuida la altura de la torre por tanto, la vendieron a Don Hernando de Alarcón, que era un valiente capitán de los Tercios españoles en Italia, y que, tras la batalla de Pavía, fue encargado de la custodia y protección de la persona del rey Francisco I de Francia.

LA TRADICIÓN:

Aunque no existen datos contrastados, la tradición oral cuenta que el rey Francisco I de Francia residió durante un tiempo en la torre, mientras esperaba el acondicionamiento de algunas estancias en el Real Alcázar, durante su cautiverio tras ser capturado en la Batalla de Pavía en 1525.

La cautividad del rey Francisco I duró desde el mes de marzo de 1525 hasta el 21 de febrero de 1526, que habiéndose firmado capitulaciones entre Carlos I de España y Francisco I de Francia, tanto de paz como de asuntos políticos, se determinó ponerle en libertad conduciéndole hasta la frontera francesa, bajo la vigilancia de capitán de los Tercios de Italia Don Hernando de Alarcón, propietario de la Torre de “Los Lujanes”.

Por estos servicios al rey Carlos I, fue premiado Don Hernando de Alarcón con el título de marqués de Valla Siciliana, cuyo escudo, del linaje de los Alarcón aún puede verse en la hermosa portada de piedra de la casa de “Los Lujanes”, en la Plaza de la Villa de Madrid.

LA REALIDAD DE LA ESTANCIA DEL REY FRANCISCO I DE FRANCIA:
Dibujo de Jesús Evaristo

La realidad, que no la tradición oral, que consta en una acta notarial levantada en febrero de 1526, es que el rey Francisco I de Francia estuvo única y exclusivamente preso en el Real Alcazar de Madrid, durante el todo el tiempo de su permanencia en Madrid, y no en la Torre de “Los Lujanes” ni en ningún otro lugar. Y ello era lógico que así fuese, puesto que por su calidad de persona Real sólo podría cumplir un arresto o permanecer custodiado en un palacio real, nunca en una propiedad particular.
Espada de Francisco I

La espada, la de protocolo, que el rey Francisco I de Francia entregó en señal de rendición pasó a la Armería Real del Emperador Carlos, en el Real Alcazar de Madrid, junto con la borgoñota, la manopla, la tarja, especie de escudo adosado a la armadura, la testera de su caballo y una daga.

Esta espada, la de protocolo, fue reclamada en el año 1808 por el general Murat, gran duque de Berg, durante la ocupación napoleónica, y se apoderó de ella, no para devolverla al Gobierno francés, sino a título personal para su propia colección de armas.

Hoy día solamente se conserva en la Armería del Palacio de Oriente, donde puede ser visitada, el guantelete o manopla del rey Francisco I de Francia.

Espada de protocolo de Francisco I

Fachada de la Pastelería del Horno del Pozo, Madrid

COLOFÓN:

Una vez visitada y disfrutada como se merece la Torre de “Los Lujanes”, junto con su casa adosada, sede de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, conviene para la solaz del cuerpo y de la mente girar una visita, obligada, a la cercana calle del Pozo número 8, donde se encuentra otro de los rincones recoletos y curiosos de Madrid, y poco conocidos por el común de los madrileños, excepto para los muy golosos o para aquellos que buscan las maravillas de la dulcería madrileña…., el HORNO DE LA CALLE DEL POZO, una de las más antiguas pastelerías, con su horno incorporado en el interior del establecimiento, de este amable pueblo.

Próximamente hablaremos del Horno de la calle del Pozo número 8 y de sus deliciosos manjares.

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